El fundador de La Línea, ha muerto. El bondadoso y patriarcal anciano, venerable apóstol línense de la humildad, agotada su vida, toda ella dedicada a hacer el bien, ha entregado su alma a Dios.
La Línea, acaba de perder al padre amorosísimo que cuidadosa y constantemente vela por el bienestar del hijo a quien dio el ser.
Y esta misión, fué realizada, cumplidamente, por el nunca llorado Patriarca linense Don Luis Ramírez Galuzo, que santa y cristianamente, con el fervor de los elegidos de Dios, dejó de existir el pasado Viernes 15 del actual, Viernes Santo, día señalado por el Supremo Hacedor, para acoger en su seno al que consogró su vida entera, a practicar el dulce mandamiento del bien.